Por definición un cristiano es un ‘seguidor de Cristo.’ Las primeras palabras que Jesús le habló a Pedro y Andrés mientras caminaban por la orilla del mar de Galilea son las mismas palabras que ahora te habla a ti, las mismas palabras que ha hablado a cada otro verdadero discípulo desde el principio. “Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí y… ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron” (Mateo 4.18-20). Dios no puede llevarte a la tierra prometida si insistes en seguir viviendo en el mismo viejo barrio. Uno no puede entrar en la victoria mientras que al mismo tiempo persiste en vivir en las mismas cosas que causan derrota. Dios tiene un plan de victoria y abundancia para tu vida, pero no puedes recibir el plan de Dios mientras que al mismo tiempo te niegas a hacer las cosas necesarias para traer esa abundancia a tu vida.
Dejando todo atrás
Así como Cristo llamó a los discípulos, Dios invita a cada hombre a dejar atrás el pasado, al igual que Dios tiene una nueva vida de victoria, bendición y prosperidad preparada y esperando que cada uno de sus hijos la posea. Los hermanos Peter y Andrew tuvieron una buena vida. Dejar todo atrás no sería fácil, pero querían más de la vida que simplemente estar cómodos. Tenían un hambre ardiendo en lo profundo de sus corazones por conocer a Dios, servirle y entrar en su plan divino para sus vidas. Sabían que solo sirviendo a Dios serían capaces de vivir libres de las consecuencias del pecado, salvar a sus familias y alcanzar la vida eterna. Ningún hombre quiere entrar en la muerte eterna. La Biblia dice que Dios ha puesto el deseo de vida eterna en el corazón de cada hombre. ~ “Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos” (Eclesiastés 3.11).
Mucho más que solo dinero
Los discípulos sabían que las riquezas de Dios incluyen mucho más que el dinero solo. Sabían que Satanás buscaba robar, matar y destruir todo lo que amaban y valoraban. Más que esto, la vida sublime de la intimidad con Dios los atrajo. ~ “Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía” (Lucas 5.5-6).
El plan perfecto de Dios
Estos dos hombres eran pescadores profesionales, sin embargo, habían luchado toda la noche y no habían pescado nada. Desde el Jardín del Edén, cuando Adán cometió el primer pecado, la tierra ha sido maldecida por la pobreza. Echemos un vistazo a lo que Dios dijo cuando el hombre pecó en el libro de Génesis ~ “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 3.17-19). Dios ha prometido bendecir y prosperar a todos los que lo siguen. Decide hoy seguir la voz del Buen Pastor en el plan perfecto de Dios para tu vida y deja al viejo atrás.
“Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí.” Marcos 1.17
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© L. Jonathan Blais 2023 Todos los derechos reservados. Escritura tomada de La Santa Biblia Reina Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina 1960. Usado con permiso