El buscador

“Los que buscan, y los que encuentran”

Muy pocas personas reconocieron a Jesús durante su vida temprana. Incluso aquellos de su familia, sus propios hermanos y hermanas, que lo vieron y estuvieron en contacto con Él a diario, no se encontraron con el Príncipe porque no se les reveló. Para ellos, él era simplemente ‘Jesús,’ el aprendiz de carpintero. Tal como sería en cualquier Reino terrenal, un encuentro con el Príncipe de la Vida es solo con cita previa. ~ “Y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. Porque ni aun sus hermanos creían en él” (Juan 7.3,5). Todos los que confiesan el nombre de Jesús creen que están en contacto diario con Él, aunque en su corazón la mayoría de ellos se sienten muy distantes de Él e inseguros sobre cómo discernir con precisión Su voz.

Un Encuentro

El único encuentro verdadero con el Mesías necesita ser preautorizado por nada menos que el Padre, el primer miembro de la Trinidad divina. ~ “Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre” (Juan 6.65). Con frecuencia, la naturaleza trina de Dios es olvidada por aquellos que seguirían a Jesús. Sin entrar en un largo discurso sobre la naturaleza tripartita de la trinidad, basta con decir que la forma en que uno responde al Padre determina si alguna vez se le otorgará el privilegio principesco de un encuentro con el Rey¹ de los Reyes. Jesús dijo que el factor determinante es cómo uno responde a la ‘enseñanza’ (palabra) del Padre. ~ “Todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí” (Juan 6.45).

El Modelo

Nada menos que un encuentro genuino con el Príncipe de la Vida remediará la debilidad y la confusión que caracteriza a la iglesia posmoderna actual. Todo se reduce a si la palabra de Dios se recibe o se ignora. La persona de Cristo solo se manifiesta (encuentra) a aquellos que reconocen y reciben la palabra de Dios, así como recibirían a Cristo mismo porque Cristo Jesús es, de hecho, la Palabra² de Dios y encontrarse con Cristo es experimentar nada menos que una manifestación de la Palabra de Dios. El modelo de la iglesia real está registrado en el libro de los Hechos. La Iglesia primitiva entendió claramente que la única forma de encontrar a la persona de Jesús era a través de la palabra de Dios.

La iglesia que Dios edificó

El libro de los Hechos es un registro histórico de la primera iglesia. Lo más revelador es cómo los primeros cristianos usaron el término “la palabra”, en lugar del nombre de Jesús. Hoy en día, la mayoría de los cristianos dirían ‘Recibieron a Jesús’, en cambio, los primeros cristianos dijeron ~ “Aquellos que recibieron con alegría su Palabra fueron bautizados”. (Hechos 2.41). ¿Cuándo fue la última vez que escuchó a una iglesia glorificar la Palabra? Ellos ~ “glorificaron LA PALABRA” (Hechos 13.48). El verdadero hijo de Dios entiende que la única forma en que uno puede salvarse o perderse está determinada por lo que se hace con la Palabra, no por la mera imposición de manos, la confesión o la oración. ~ “Quien te hablará Palabras por las cuales serás salvo tú y toda tu casa” (Hechos 11.14). La Palabra prevaleciente (Cristo) gobernaba todo ~ “Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria HABÍA RECIBIDO LA PALABRA DE DIOS, les enviaron a Pedro y a Juan (Hechos 8.14). Esta no es la forma en que se hacen las cosas hoy en día.

Buscadores, buscadores y hacedores

Como fue con la primera iglesia, así es hoy. Las personas están en contacto diariamente con la palabra escrita de Dios, pero rara vez se encuentran con la persona del Mesías porque tratan la palabra de Dios como si fuera simplemente un libro, no la presencia viva del Segundo Miembro de la divinidad. Solo aquellos a quienes la Palabra se manifiesta en la forma viva de la segunda persona de la divinidad tienen un encuentro real con el Príncipe de la Vida. Pero los encuentros simples se quedan lamentablemente cortos. Estos son sólo buscadores. Una cosa es buscar y otra encontrar, pero hacer cae en una categoría completamente distinta. Dios y los profetas se burlan abiertamente de estas débiles almas perdidas a lo largo de la Biblia. ~ Sin embargo, me buscan cada día, y se deleitan en conocer mis caminos, como nación que hace justicia” (Isaías 58.2). Note la palabra ‘como’. Pretenden ser justos hasta el punto de engañarse incluso a sí mismos.

Jesús es el Señor

Jesús dijo: “¿Pero por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis lo que os digo?” (Lucas 6.46). Jesús es la Palabra,³ y Él no puede ser recibido hasta que Su Palabra tenga el primer lugar como la única y última autoridad gobernante en la vida de uno. ¿Por qué son tan pocos los salvos? Porque Jesús dijo ~ “cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo,⁴ porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, el que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Mas el que persevere hasta el fin, ése será salvo, y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.” Decide este día a quién servirás.⁵

Romanos 2.13

Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.

Notas

1. 1 Timoteo 6.15

2. Juan 1.14

3. Juan 1.14, Apocalipsis 19.13

4. Lucas 14.33, Mateo 10.35, Juan 12.25, Mateo 10.22, 38

5. Josué 24.15

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© L. Jonathan Blais 2023 Todos los derechos reservados. Escritura tomada de La Santa Biblia Reina Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina 1960. Usado con permiso.