¿Qué clase de padre regalaría a su único hijo, especialmente cuando estaba plenamente consciente del hecho de que aquellos a quienes les fue entregado su hijo lo iban a matar y enviar al infierno? La respuesta es simple. El único padre que haría algo así sería un padre que supiera con certeza que su hijo no solo destruiría la muerte misma, sino que también derribaría las puertas del infierno, rescataría a todos los demás miembros de la familia que fueron injustamente retenidos allí y restauraría toda la familia reunida de nuevo en la presencia del Padre.
La verdadera familia
Como todos sabemos, el amor y la familia pueden complicarse; no obstante, la mayoría de nosotros estaría de acuerdo, a pesar del costo, vale la pena luchar por la familia, incluso hasta el punto de la muerte misma. Esta es la verdadera historia de la Navidad. La Navidad, más que cualquier otro lugar de la Biblia, es donde se representa a la verdadera familia en la tierra en perfecta armonía y paz. La familia siempre fue y sigue siendo el plan supremo de Dios para toda la humanidad.
Un retrato familiar
La escena navideña en la Biblia es un retrato hermoso e inconfundible de la verdadera familia de Dios. El elenco es una madre, un padre y su hijo recién nacido. ~ “Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre” (Lucas 2.16). Se ha dicho correctamente que el propósito subyacente del Arquitecto en toda la creación es que Dios tenga una familia.
Problemas familiares
Sin embargo, tener una familia no siempre es tan simple como parece, ¡solo pídeselo a Dios! Su primer hijo, sin saberlo, entregó a toda la familia en manos del pecado, la muerte y el infierno por el engaño de la serpiente en el jardín del Edén. ~ “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás…Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: no comáis de todo árbol del huerto?” (Génesis 2.17, 3.1).
Un verdadero padre
Un verdadero padre jamás entregaría a sus hijos a nadie, mucho menos al diablo ya la muerte eterna. Así es la historia de la Navidad. Dios tiene a Su Hijo unigénito para que a través de Él toda la Familia de Dios pueda ser rescatada de las garras del príncipe de las tinieblas, del pecado, la enfermedad, la muerte y el sufrimiento. El sacrificio de Abraham de su único Hijo Isaac presagia el pesebre en Belén en la primera mañana de Navidad. ~ “Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir” (Hebreos 11.17,19).
El Hijo Unigénito
La Navidad es la celebración del mayor de todos los regalos. Dios ha dado a Su Hijo unigénito para que “a través” de Él, todos podamos recibir la vida eterna. ~ “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él” (1Juan 4.9). Jesús es el Hijo unigénito de Dios en el sentido de que Él es el único hijo de Dios que murió y luego arrancó las puertas del infierno a través de la resurrección al tercer día, abriendo el camino para que todos escapen de los dolores del pecado y la muerte ‘a través de Él’. ‘
Las dos familias de la tierra
A Jesús se le llama “el postrer Adán”,1 porque vino a deshacer toda la destrucción que el primer Adán trajo sobre la humanidad en el jardín de Edén. Hay dos familias en la tierra. Todo dolor y sufrimiento en la familia humana es producto de la descendencia de Adán, cuyo primer hijo (Caín) mató2 a su hermano Abel. Todos los hombres nacidos de mujer son descendientes carnales del primer hombre Adán, en quien todos mueren. Todos los hombres nacidos3 del Espíritu, como lo fue Jesús por medio de la virgen María, son descendientes de Jesucristo, el postrer Adán, en quien todos viven.
Se da un hijo
Las leyes del Reino de Dios a menudo parecen operar en orden inverso a la lógica de la mente carnal. La sabiduría de Dios enseña que sólo se entra en la vida4 a través de la muerte, que dar es más bendito5 que recibir, y que la alegría viene del sufrimiento6. La idea principal de la Navidad es el nacimiento del niño Jesús, que es ‘el7 camino’. En Navidad celebramos cómo Dios nos ha dado gratuitamente todas las cosas8 a través de su Hijo, de quien todos, como Él, debemos nacer, no de una mujer carnal, sino por el poder del Espíritu Santo, y luego entrar en la plenitud de esa nueva vida siguiendo los pasos de Jesús, creciendo en la plenitud del Hijo de Dios al madurar día a día en el Espíritu.
Lucas 1:35
Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por tanto, también el Santo que ha de nacer de ti, será llamado Hijo de Dios.
notas
1. 1 Corintios 15.45
2. 1 Juan 3.12
3. Juan 3.3
4. Hebreos 2.14
5. Hechos 20.35
6. Hebreos 12.2
7. Juan 14.6
8. Romanos 8.28
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© L. Jonathan Blais 2022 Todos los derechos reservados. Escritura tomada de La Santa Biblia Reina Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina 1960. Usado con permiso.